
La compañía va a tener que hacer frente a una indemnización importante, muy importante. A Volkswagen le va a salir muy caro el engaño. Porque la OCU ha iniciado una acción que implica que la compañía automovilística dedique algo más de los miserables 1.000 dólares (en torno a 900 euros) con los que pensaba que iba a zanjar el episodio, siempre que se renuncie a acciones posteriores.
Volkswagen ha mentido de manera consciente y no ha hecho nada por solucionar el problema. El dinero ofrecido como compensación poco sirven para esa solución. Afortunadamente, vivimos en una sociedad en la que ya no va a ser posible evitar el daño que esta actuación determina y cada vez es mayor la exigencia de indemnizarlos y reparar ese daño.