
En nuestro país, sólo 400 (los casos más extremos) lo han recibido de forma gratuita por parte del Sistema de Salud Público, pero son tantas las pegas para conseguirlo que en ningún caso resulta justificable los retrasos que se producen y que, en más de una ocasión, son fatales. Por eso no queda sino unirse a la voz de los más de 250 hepatólogos que piden dos cosas: el abaratamiento de los costes del medicamento y su inclusión en el sistema sanitario español.
En su manifiesto dicen: "El precio establecido por la empresas farmacéuticas es extraordinariamente elevado. Ese coste tan excesivo hace inviable la adquisición individual de los fármacos por la mayoría de las personas que lo necesitan y es difícilmente asumible por sistemas sanitarios de financiación pública, dado que hay que tratar a decenas de miles de personas",
Y mientras, la situación de quienes por no poder no pueden ni optar por un préstamo es de una desesperanza absoluta. ¿Es ésta nuestra sanidad?
Más información: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/09/22/actualidad/1411412885_093155.html.
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