domingo, 31 de agosto de 2014

LA NECESIDAD FRENTE AL ABUSO

Llega un nuevo curso y con él el inicio de una nueva temporada, Las asociaciones de consumidores, todas, reiteran sus advertencias sobre los mil y un abusos a los que los pícaros tratan de someter a los consumidores. Y éstos han de procurar andar con todos los ojos posibles abiertos para evitarlos. ¡Dura tarea!

¡Ojalá llegara el día en que la tarea de las citadas asociaciones fuera inútil y se limitaran al análisis comparativo y poco más! Pero ese día aun está lejos. Creo que cada día más. Porque hoy, más que nunca, ser consumidor es moverse en un ámbito en el que, para desplazarse con éxito, hay que hacerlo con un cuidado infinito para evitar las mil y una trampas que tratan de ponernos.

Y no me refiero sólo, aunque también, al tema de la letra pequeña. Siempre dije que cuanto más importante, para los intereses del consumidor, es un dato más cuesta encontrarlo en la información (o lo que sea) que la entidad o empresa facilita. Pero es que a veces esa letra se hace tan pequeña que desaparece. Aun tengo presente la última denuncia de OCU frente al abuso de la compañía aérea, Ryanair. Bien es verdad que, pese a todo, en la mayoría de los casos esta compañía interesa. Pero son tantos los derechos de los consumidores que pisotea que hay que saber muy bien de que va, y ello implica una actitud muy, muy activa por parte del consumidor.

Pienso que, hoy por hoy, ser consumidor es cada vez más una "profesión de riesgo". Porque a la letra pequeña hay que añadir lo que no se dice y todo ese fárrago que, pretendido, no hace sino distorsionar la verdad de lo que cuesta un producto o un servicio. Algo que, a menudo, nada tiene que ver, o muy poco, con lo que en realidad es nos dice. Y evidentemente no me refiero, sólo, a la cuestión ya abordada en estas páginas del "desde"...

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