viernes, 31 de julio de 2015

DEL TABACO HABLAMOS

Fumar mata... o acelera las posibilidades de morir como consecuencia de su propia naturaleza. Viene ahora la mayor tabaquera del mundo, Philips Morris (distribuidora de Marlboro, L&M y Chesterfield) a defender su malsano negocio como queda patente en el último número de la revista OCU-Salud. Según la revista, Philips Morris ha demandado al gobierno de Uruguay "alegando la violación del tratado" de este país con Suiza, donde la multinacional del tabaco tiene su sede. Poco (o nada) parece importar a la multinacional la enorme cifra de 55.000 de personas fallecidas en nuestro país debido al consumo de tabaco.

Al margen del incumplimiento generalizado, sobre el que prometemos volver, la cosa es muy grave. Porque en este negocio de muerte, Philips Morris es muy poderosa y ha contratado un gran bufete de ¿abogados? para callar la boca a determinados países, contrarios a su deleznable práctica. Lo hace en aquellos lugares en los que puede acudir a tribunales privados en lugar de nacionales, afortunadamente inexistentes en nuestro país. Y ello mientras no se apruebe el conocido como Tratado de Libre Comercio, actualmente en discusión entre la UE y Estados Unidos,

Pero lo peor de todo es que en nuestro país se incumplen las directrices del Convenio Marco de Control del Tabaquismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos algunas de ellas que tendrían como efecto inmediato la reducción de la cifra antes citada.

El etiquetado y empaquetados genéricos tienen un papel muy importante en el hecho de la reducción de fumadores. ¿Por qué cuesta llevarlo a cabo en nuestro país?

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