sábado, 31 de enero de 2015

HEPATITIS C: UN GRÁFICO ELOCUENTE

Aparece, este gráfico, en las páginas de la revista de la OCU, OCU Salud. Viene a representar lo que significa el coste de producción del ya famoso tratamiento de la hepatitis C con sofosbuvir (Sovaldi) y su precio "oficial"Es, ya de por sí, bastante elocuente,

Expresa con claridad meridiana cómo una empresa farmacéutica intenta poner de rodillas a todo un país, a todo un conjunto de países y marca el precio no por una cuestión de costes más beneficio sino en función de lo (mucho) que pretende sacar de beneficios.

Bien es cierto que, tras el escándalo, la multinacional farmacéutica se ha avenido a negociar sus precios y que la negociación para nuestro país ha situado el precio en el entorno de los 25.000 euros, es decir, un beneficio para la multinacional farmacéutica de "sólo" 24.900 euros más del coste que significa producirlo. Simplemente, lamentable.

Lamentable porque no es aceptable que se juegue de esta manera con la salud de tantos y tantos afectados por esta enfermedad cuyas consecuencias acaban siendo tan duras. Lamentable porque se hace por una simple razón económica, para conseguir con estas pastillas una rentabilidad injustificada. Lamentable y triste porque el laboratorio farmacéutico se muestra ajeno al sufrimiento de los afectados.

No voy a entrar en el análisis de la enfermedad. Tampoco en  discutir sobre la eficacia del medicamento que cura la hepatitit C. Recomiendo la lectura tranquila del artículo que con ese nombre, el de la enfermedad, viene en la página 32 y siguientes de la citada revista, Hoy sólo quiero referirme a la actitud de la empresa farmacéutica, Gilead, actual propietaria de la patente y que en menos de un año pretende recuperar los 11.000 millones de dólares que le costó el laboratorio Pharmasset, que desarrolló el fármaco.

viernes, 30 de enero de 2015

POBREZA ENERGÉTICA Y MUERTES

Hoy he tenido conocimiento de una noticia que me ha llevado a pensar en lo mal que andamos. Que, ahora, en que nuestro presidente dice que la crisis es ya agua pasada, se diga que en nuestro país haya hasta 7.000 muertes más debido a la pobreza energética es realmente grave.

No voy, en estos momentos, a referirme a todas las situaciones en que hay tantos y tantos ciudadanos que padecen las consecuencias de la mal llamada pobreza energética que tiene mucho de incapacidad, por parte de nuestros poderes público, que tienen obligación de tomar medidas que vayan más allá de la legal aunque injusta subida de la electricidad, y no menos de impotencia, por parte de miles de conciudadanos que sólo tienen mantas para protegerse cuando las temperaturas bajan.


Incapacidad por parte de unos e impotencia por parte de otros que son responsables de un número tan importante de muertes. Porque son demasiadas cuando son tan evitables con medidas posibles por parte de quienes tanto tienen. El problema radica en que es lo que dice la fría estadística sin considerar que detrás de cada vida que se apaga hay una carga de sufrimiento, a todas luces, perfectamente evitable.

Por eso no es de recibo esta situación.


jueves, 29 de enero de 2015

EL DRAMA DE LOS ENFERMOS DE HEPATITIS C

Me dicen que por qué, en estas entradas, no he abordado el tema de la hepatitis C. Y es cierto. La sanidad es un tema que tiene mucho que ver con el consumo. Y en este caso, la situación de los usuarios-pacientes de esta enfermedad es, sin duda, sangrante. Porque tienen que asistir, impotentes, a ver cómo el medicamento que se ha demostrado eficaz no llega a ellos por una cuestión económica.

La verdad es que nuestros poderes públicos, posiblemente a un nivel más amplio que el nacional, no se están moviendo. Al menos, eso parece. Porque el precio conseguido para el medicamento, Sovaldi, nada tiene que ver con los escasos euros que cuesta producirlo. Y las drogas que, dicen, en estos momentos pueden sustituirlo tampoco llegan o no son tan eficaces. Por eso estamos en una situación en la que los miles de afectados por esta enfermedad acaban sus vidas (sí, se mueren) sin verse atendidos por un sistema sanitario que, por lo que se ve y en este caso, no tiene corazón o se muestra incapaz de conseguir un precio razonable para el medicamento que cura la enfermedad. Porque no hay derecho a saber que quienes sí pueden pagar la monstruosa cantidad que el laboratorio "buitre" ha puesto para su medicamento son los únicos que pueden curarse.

No soy capaz de ponerme en la piel de los miles de afectados por la hepatitis C que tienen que asistir, con tristeza, a la terrible realidad de ver cómo pudiendo ser curados con un medicamento que ha demostrado de sobra su eficacia no lo reciben de un sistema sanitario que ha dejado, para ellos, de ser universal. Y por eso, me duelen cada vez más las palabras de un ministro que, sonriendo no se sabe por qué, debe justificar su incapacidad para conseguir el Sovaldi a un precio razonable y sigue diciendo, con machacona insistencia, que nadie va quedarse sin ese medicamento si de verdad lo necesita.

Porque lo malo, en esta historia, es saber el alcance de esas palabras. ¿Quiénes son, en verdad, los verdaderos sufridores en ella? Lo que está claro es que nuestro sonriente ministro, incapaz de negociar por lo que se ve con los dueños de la farmacéutica, no lo es.

Y, por supuesto, mi solidaridad con los encerrados por este motivo.

miércoles, 28 de enero de 2015

EL MAL FARIO DEL TRANSPORTE PÚBLICO

Os recomiendo vivamente la lectura de la última encuesta de la OCU con relación a lo que los usuarios dicen del transporte público. Podéis encontrarlo en la siguiente dirección: http://www.ocu.org/consumo-familia/nc/noticias/los-puntos-negros-del-transporte-publico.
Ciudades como Murcia, Vigo, Zaragoza, Albacete o Palma de Mallorca lideran la calificación indeseable de las peores ciudades en cuanto al transporte público (en su conjunto) se refiere, según los más de 2.000 ciudadanos que han contestado.
Yendo por medios, llama la atención lo del metro en Madrid. Un transporte que, habitualmente tenía buena reputación como es el metro madrileño viene sufriendo, en los últimos años, una bajada en la valoración de los ciudadanos usuarios el mismo. Como ya se dijo en su momento, con una subida de precios de más del 20%, un incremento de los retrasos y el hecho de que el 66% de los usuarios no consiga un sitio, no consigue encontrar el equilibrio económico (en 2013 hay reconocidas unas pérdidas de 218 millones de euros, ¡ahí es !).

Tampoco es para tirar cohetes la situación de los trenes de cercanías barceloneses. Bien es cierto que el mal funcionamiento de estos trenes es "tradicional" y se pone de manifiesto siempre que nuestros ciudadanos son consultados. La frecuencia la impuntualidad y el mal diseño de la red son los parámetros en los que se hace hincapié a la hora de analizar el pésimo funcionamiento de los trenes de cercanías. En el medio que falta, Zaragoza y Murcia encabezan una muy mala valoración por parte de los usuarios por los mismos motivos ya citados.

El problema es, pues, doble: por un lado, el escaso respeto por los sufridos usuarios que se ven obligados, por la razón que sea, a coger el bus, el metro o los trenes de cercanías; por otro, la absoluta falta de interés por parte de nuestros "poderes públicos" para que se tomen las medidas necesarias para conseguir un transporte público digno.

martes, 27 de enero de 2015

EL IVIMA O EL GRAN DESATINO DE LA VIVIENDA EN MADRID

Soy consciente de que es un problema madrileño. Pero me hierve la sangre viendo los muchos casos en que los fondos, llamados "buitres", han adquirido por un precio miserable una serie de viviendas, todas ellas, antiguamente propiedad del llamado IVIMA (creo que Instituto de la Vivienda de Madrid).

Lo peor es la falta de sensibilidad y de corazón de estas entidades que no dudan en aprovechar la situación en que vivimos, en que viven las pobres familias que se ven enfrentadas a esta situación dramática. Cuesta mucho trabajo darse cuenta de que los madrileños son para estos fondos "buitres" una simple fuente de euros. Es muy duro ver cómo estos fondos "buitres" se muestran absolutamente insensibles y sin corazón en muchos de los casos que estamos conociendo estos días.

Todavía tengo en la retina las imágenes de la policía (¡qué trabajo más antisocial el suyo!, ¡el que se ven obligados a hacer, pese a los insultos que reciben!) rompiendo la puerta de una vivienda en la que sus pobres inquilinos colocaron el frigorífico como única forma de evitar ser echados como perros a la calle. Porque no es de recibo ver la absoluta falta de sentimientos que muestran quienes no tienen, siquiera, el valor de dar la cara y aparecer como los únicos y verdaderos culpables del desaguisado, cual son los ya famosos fondos "buitres", esos que mandan a la policía a poner en la calle, en su nombre, a las familias.

Y ya puestos, triste papel el del ayuntamiento madrileño que, pudiendo evitarlo, ve como sus conciudadanos más débiles son puestos en la calle mientras sus responsables se lavan las manos en aras de una legalidad que, por mucho que digan, en este caso tiene bastante de injusticia.

Aunque lleguemos tarde, lo único que cabe desear es el fin de una mayoría absoluta que ha hecho posible este desatino...

lunes, 26 de enero de 2015

DE URGENCIAS Y OTRAS COSAS

Dos noticias: por primera vez, dicen, que la Defensora del Pueblo, en nombre de los defensores del pueblo autonómicos, ha hecho público el pésimo estado de las urgencias en nuestro país. Las imágenes son, sin duda, impactantes. Pasillos llenos de gente, dolientes o no, viven en una situación insoportable. Es, como digo, la primera vez en que una instancia preocupada por la situación de los ciudadanos habla con claridad de la situación que viven nuestras urgencias en nuestras Comunidades Autónomas.

Y ello sin considerar el innegable hecho de las consecuencias de este comportamiento sobre el número de fallecidos por una mala atención a la sanidad pública.


Es difícil soslayar esta situación de los famosos recortes que venimos padeciendo, en especial, quienes tienen menos medios para subsistir. Recortes dramáticos que en educación y sanidad tienen su rostro más evidente. Porque lo grave es la ausencia de recursos cuando se sabe que las cosas podrían ser muy diferentes con una mejor distribución de los dineros públicos. Dineros públicos que son, sin duda, escasos pero que se podrían repartir de otra forma para que llegara a casos tan duros como los que viven tantas y tantas personas que deben añadir a sus dolencias, la situación externa a la que están sometidas por el mal funcionamiento de las urgencias.

Unido a ello, hoy hemos tenido conocimiento del atroz comportamiento de la Consellería de Sanidad de la Generalitat Valenciana que ha negado la posible asistencia a un ciudadano con un nivel de minusvalía del 98 %, amparándose en el peregrino e increíble argumento de que ya no había nada que hacer que mejorara su minusvalía. Es posible que nunca fuera a ir a mejor, pero, como dice su madre, puede ir a peor. Y eso es lo triste de esta situación. Que por mucho que sea cierto que ya no se puede hacer nada para conseguir que las cosas vayan a mejor, ese argumento es deleznable. Porque eso significa condenar a sus pobres padres a que hagan lo que puedan para que su hijo no empeore y eso, digan lo que digan, es absolutamente injusto.

Ignoro si eso se corresponde con una urgencia sanitaria, pero lo que está claro es que no voy a pararme en algo que entiendo no tiene importancia. Porque he visto las imágenes y, en mi opinión, es fruto de una pésima gestión madrileña de la sanidad... o del aspecto sanitario de la cuestión de la vivienda. Lo único evidente es la absoluta falta de responsabilidad de los usuarios.

domingo, 25 de enero de 2015

¿DÍA SIN IVA?

"Día sin IVA", es un eslogan que hoy por hoy es algo que oímos con frecuencia, con mucha frecuencia. Empezó, creo, Media Markt. Ahora, entre otras entidades, es El Corte Inglés la empresa que ha hecho del día sin IVA un argumento para  la campaña publicitaria que ha lanzado. Pese a que se use como tal argumento, es falso de toda falsedad porque ninguna empresa puede establecer que se prescinda de ese impuesto.

El IVA o impuesto de valor añadido es inherente a cualquier compra de un bien de consumo y, por lo tanto, ninguna entidad, del tipo que sea, puede hacer que el consumidor no haga frente a él. Por eso pienso que no es justo que nadie utilice este impuesto como forma de plantear ningún tipo de descuentos.


Porque de lo que se trata es de eso, de un descuento más o menos similar al 21% de un producto o servicio (aunque más bien se refiere al primero). Y eso es lo que hay que tener en cuenta. El descuento se sitúa en ese entorno aunque habría que hacer muchos números para saber el descuento real.

Lo único cierto es que no existen días sin IVA. Dicho impuesto se abona siempre, aunque, como es lógico, sea compatible con cualquier nivel de descuento. Incluso aunque ese descuento se parezca mucho a lo que corresponde al IVA.

viernes, 23 de enero de 2015

RECLAMAR ¿AL MAESTRO ARMERO?

Como cada año, OCU ha realizado su ranking, vergonzoso, de empresas más reclamadas. De aquellas que más número de quejas han provocado. Movistar, Iberdrola, Vueling, e-Dreams, Groupon, Media Markt, Bankia, Mapfre, Fagor, Sony, The Phone House y Volswagen-Audi encabezan, por sectores, las entidades con mayor número de quejas. Ninguna de ellas deja de sorprendernos. Y, desde luego, no es por el número actuaciones concretas que vienen en realizar, que también, sino por la falta de respeto que hacia el consumidor vienen demostrando.

Bien es cierto que hay empresas que, incluso, tienen quienes de dedican a arreglar las posibles disfuciones (quejas y reclamaciones en un lenguaje más común). Pero lamentablemente no son muchas las ocasiones en que las posibles reclamaciones no son objeto de una gran batalla hasta conseguir el reconocimiento de los que en esta historia aparecen como los más débiles.

Por eso, la iniciativa de OCU me parece digna de ser bien acogida. Hace tiempo que esta asociación trata de conseguir firmas para conseguir algo tan simple como esa Ley de Servicios de Atención al Cliente (https://www.change.org/p/por-una-ley-de-atenci%C3%B3n-al-cliente-justa-y-urgente-frustraci%C3%B3nalcliente) que duerme, desde el comienzo en los cajones de no sabemos qué ministerio o secretaría.

Una ley que no cabe duda de que si se cumpliera (porque las leyes están para cumplirse) pondría un poco de justicia en un ámbito dejado de la mano, supongo que de Dios y de los hombres, y que provoca un número muy importante de situaciones injustas en las que el consumidor acaba siendo la parte más débil de la historia.

jueves, 22 de enero de 2015

MENOS TABACO, MÁS SALUD

La noticia dice que hoy se consumen un número de cajetillas de cigarrillos similar a lo que se consumía hace 50 años. Es decir, que hemos reducido el consumo de tabaco en medio siglo. Sin duda, una buena noticia, aunque sería mejor si el consumo de tabaco se redujera mucho más, hasta el cero absoluto.

No cabe duda de que cuesta mucho trabajo dar marcha atrás, cuando el hábito de fumar llegó en su día (espero que ya no) a convertirse en un síntoma de una mal entendida hombría. Se fumaba cuando se pasaba la adolescencia, como un signo más de alcanzar el estadio adulto de hombre (que no de mujer). Y eso era una manera más de demostrar que ya se alcanzaba ese momento. Y con ello se conseguía superar una etapa de la niñez.

Recuerdo que mi padre me dijo un día que lo que me pedía era que el primer cigarrillo que fumara se lo pidiera a él. Y con ello acabó, para mí, el sabor de lo prohibido, tan ligado, creo, a tantos primeros cigarrillos. Porque no me creo que los neo fumadores se adapten rápidamente al mal sabor del tabaco si no hay otra razón más fuerte como es, puede ser, el hecho social de fumar y todo lo que ello significa.

Hoy, generalizado el uso del tabaco (hombres y mujeres fuman) y roto el nexo entre tabaco y prestancia social, estamos, pues, ante una buena noticia, no la mejor por supuesto, como es que estemos ante un consumo de tabaco en franco retroceso. El hecho de que el consumo de tabaco se haya prohibido en el interior de los lugares públicos tiene, sin duda, su papel en este descenso pero, lamentablemente, la tarea no ha terminado. Porque de lo que se trate es que lleguemos a la conclusión, todos, de que el tabaco, como dicen las cajetillas "por imperativo legal", mata.


miércoles, 21 de enero de 2015

EL DINERO FÁCIL (O EL ARTE DE "CONCURSAR")

Dicen que es un dinero fácil. Y suelen decirlo quienes más ganan con la historia. No existe programa que se precie que no condicione sus concursos, uno o varios, al teléfono con preguntas tan fáciles que no sé cómo se pueden plantear siquiera. Pero de lo que se trata no es de encontrar la respuesta sino de provocar las llamadas.

En el fondo, para un único ganador se producen muchas llamadas con una variante que, cada vez, es más frecuente: las llamadas entrantes, las que hacen los consumidores-concursantes, quedan registradas y, por regla general, es luego cuando se produce una única llamada, esta vez cabe suponer que saliente, que ha quedado ampliamente saldada con el coste de las llamadas hechas.

Siempre me he preguntado por esas llamadas de cuya veracidad no hay razones para dudar pero lo cierto es que el truco está en las llamadas entrantes que se realizan y a cuya realización llaman varias veces a lo largo del concurso; o lo que sea, porque pienso que no se trata de ganar un concurso sino de provocar una llamada, sabiendo que el éxito no está en la sabiduría del concursante sino en el número de llamadas que se hacen.

Por ello no dudo en calificar estas llamadas como un auténtico "engaña bobos" cuyo éxito radica en la improbable posibilidad de recibir una llamada para responder a una pregunta tonta con el fin de ganar un premio (o lo que sea).

jueves, 15 de enero de 2015

DE URGENCIAS HABLAMOS

Tengo en mi retina las imágenes del estado de colapso en el que están las urgencias en nuestro país.  En general. Porque, desde Galicia a las Islas Canarias, hemos podido asistir a la dramática situación que padece quienes tienen que acudir a este servicio que, por lo que es fácil deducir, hace muy poco honor a su nombre. Si hablamos de urgencia hablamos, precisamente, de situaciones donde no es fácil esperar.


Bien por falta de recursos materiales, bien por ausencia de profesionales, los recortes en esta materia, las imágenes hablan por sí mismas: ver pasillos y salas con camas de enfermos por doquier es algo que nunca desearíamos para nadie, sean los nuestros o no, sin la menor intimidad y soportando una situación que multiplicaba por mucho la ya natural sensación de impotencia y el sufrimiento que padecían.

Pese a su "pixelado", detrás de muchos rostros, se percibe una carga de desesperación muy importante, solo comparable a la indignación que vemos y oímos en la indignación de sus seres queridos.

Ignoro la relación entre el mundo del consumo y el motivo de esta reflexión. Desde mi punto de vista, total. Porque hay algo que no admite dudas y es que hablamos de un servicio que siempre responde a la necesidad de actuar con rapidez en un ámbito que no permite mayor dilación: la salud cuando es preciso y "urgente" atender a ella.

Y eso para mí es, por un lado, indignante. Por otro, inaceptable.

lunes, 12 de enero de 2015

AYUDAR: ¿UN VERBO O ALGO MÁS?

Casi todo ayuda a casi todo. Y esa es la fuerza de este verbo como recurso de marketing. Lo vemos muy a menudo, en especial cuando se refiere a la pérdida de peso. Y es que todo "ayuda" en esa pérdida. Hasta beber un vaso de agua. Vemos cómo se usa en muchas campañas publicitarias con un sentido bien diferente al original. Porque se pretende una inexistente relación causa-efecto que está en la raíz del engaño. No es lo mismo un producto cuyo efecto sea la pérdida de peso que otro que, simplemente, "ayude" a conseguir ese efecto.

Lamentablemente vemos con qué profusión se usa el término "ayudar" con la certeza de que se consigue el efecto que se pretende, que no es otro que establecer esa relación. Y es que perder peso no es fácil. Mucho más en nuestra sociedad, ahíta de lo que nos hace ganarlo. Siempre pensé que la condición para ello era, aparte de un cambio en los hábitos en lo que al ejercicio se refiere, una modificación de nuestro régimen dietético, en lo que se come.

Hoy, más que nunca, los cuerpos esculturales no son frecuentes y siempre, o casi siempre, lo son fruto de un esfuerzo grande con no pocas privaciones. Es un sino de nuestra sociedad, con poco ejercicio físico y mucha alimentación. Aunque existen, los casos en los que "se come de todo" y, pese a ello, se guarda la línea no son frecuentes. Y ello sin entrar en la relación que existe con unos años de más que recolocan determinadas partes del cuerpo.

En este punto, en marketing, el uso de verbo ayudar es una forma de evitar posibles ilegalidades siendo conscientes de que la relación entre el producto y el efecto deseado (en este caso unos kilos de menos) es, en la mente de la mayor parte de la gente, directa. Por eso es preciso insistir en que no es lo mismo "ayudar" a perder peso que perderlo. Por mucho que se busque una cosa bien diferente.

domingo, 11 de enero de 2015

SITUACIÓN ECONÓMICA: ¿SÓLO UNOS DATOS?

Pese a su frialdad, los datos no dejan de ser elocuentes. A la nula capacidad de ahorro se une que una cuarta parte de los ciudadanos españoles están en paro (muy lejos Beasain, en el País Vasco, con un paro casi residual, de Cádiz, con un paro superior al 35%). Y si esto es dramático, mucho lo es la situación de los jóvenes de los que una tercera parte, sí uno de cada tres, no tiene trabajo.

Estoy viendo un programa de televisión en el que Santiago Niño (catedrático entendido en la materia) desgrana estos datos, a cual más espeluznante. Y lo hace con la seguridad de quien cree en lo que dice. Habla del retroceso que hemos experimentado con una renta por persona que anda igualando a la de hace un cuarto de siglo, con un poco más de 8,100 euros. Y señala nuestra inconmensurable deuda como la causa de nuestros males económicos (sólo este año hemos de hacer frente a 36.500 millones de euros, sólo de ¡intereses!).

Es evidente que estas magnitudes se traducen, en la calle, en nuestros bolsillos, en una gran sensación de que cada vez somos más pobres, que cada vez cuesta más no sólo ver el fin del mes, sino vivir. Y esto tiene, como no puede ser de otra manera, un gran impacto en el consumo. Pretender aislar el mundo del consumo de la salario de nuestros consumidores es estúpido. Por eso no lo hago. Y por eso, pese al optimismo oficial (ayer comprobé como el mensaje de nuestros ministros y del propio presidente, con cinismo y sin creérselo, habla del 2015 como del año de la recuperación), la crisis, para quienes no tienen, está muy lejos de acabar.

Dicen las malas lenguas que estamos ante una crisis tan profunda que los famosos brotes verdes se han agostado y la que raíces robustas están tan profundas que no se ven. Y yo lo creo. Porque tardaremos mucho tiempo antes de que nuestra economía reverdezca. Y, mientras tanto tendremos que soportar un dato inaceptable que habla de los niños cuyo grito de desesperanza, rasga nuestros oídos porque tienen hambre.

miércoles, 7 de enero de 2015

LLEGAN LAS REBAJAS...

Llegan las rebajas. A pesar de que, en días pasados, algunos establecimientos de algunas comunidades autónomas habían comenzado con ellas por mor de la liberalización legal, hoy es el día en que se da el pistoletazo de salida oficial para las mismas.

No entraré en lo que esta época implica. Pero una cosa debe quedar muy clara: los derechos de los consumidores siguen siendo los mismos, algo no cuestionable. Y eso tiene mucho que ver con la calidad del producto a la venta. Porque bien es cierto que es de ley que los consumidores tengan acceso al producto en las mismas condiciones en que estaban hace sólo unos días.


Una de las leyendas urbanas (al menos eso creo) habla de la elaboración de productos para estos momentos de rebajas. Sigo pensando en que, como ya decía cuando andaba por la OCU, esto no es cierto, aunque puedan existir muchas personas que piensen (y digan) lo contrario.

Por eso es importante que los consumidores seamos conscientes de esto: no negaré la importancia de disponer del tique de compra o del derecho que tenemos a que se actúe como en cualquier momento, pero es preciso saber que, sobre todo, lo que hay que tener en cuenta es que no puede producirse merma alguna en la calidad de lo que se adquiere.

Esta exigencia por parte de todos debe ser el elemento más importante de las rebajas. Y para ello, los consumidores tenemos elementos suficientes. ¡A ponerlos en práctica!

domingo, 4 de enero de 2015

UN DINERO MUY CARO...

Es lo que hay. Los anuncios sobre las empresas que ofrecen cantidades de dinero a un precio exagerado se reiteran a menudo. Hoy más que nunca. En su momentos hice una relación de tales empresa, de esas que ofrecen dinero pero se "olvidan" de decirnos a qué interés. Un interés que siempre, siempre es elevado.

Por eso, insisto, en la necesidad de saber la cantidad a pagar, al final, Porque no siempre compensa. Es más, uno piensa que sólo cuando el dinero urge, merece la pena acudir a este tipo de entidad. Por legal que sea, es necesario tener en cuenta esa cantidad, normalmente mucho más elevada que la solicitada.

Estoy viendo el anuncio de una de ellas. No me he puesto a calcular lo que implica solicitar ese préstamo que debe devolverse en sólo 30 días, es decir, en apenas ¡un mes! La gráfica señala una devolución en tan escaso plazo de tiempo, como si alguien pudiera en tan corto plazo de tiempo hacer frente a un coste que en el anuncio significan 300 euros. No dice, porque no interesa, claro, la cantidad a la que el incauto debe hacer frente, el interés que debe pagar que, a buen seguro, raya en la usura.

Es curioso la forma en que un mes (es decir, treinta días) se mueve gráficamente para hacer creer que se trata de un plazo muy superior. Por eso creo urgente que seamos conscientes de lo que acudir a estos prestamista quiere decir. Porque no hay duda de que cobrar, lo que se dice cobrar lo van a hacer porque es cuando no hay posibilidad de devolver la cantidad cuando el verdadero rostro de estas entidades, tan abundantes hoy, empieza a verse. Y, desde luego, no es un rostro amable, No lo es.

viernes, 2 de enero de 2015

EMPIEZA UN AÑO NUEVO

Nuestro sino de hombres y mujeres es vivir pendientes de los hitos. Y un año que empieza lo es. No es fácil distinguir un día de finales del año pasado del día de hoy, una vez superadas las fiestas del día uno de enero. Y un año que empieza es un hito, un hito importante.

Un hito que lleva implícito un deseo de cosas buenas, de felicidad como tarea a la que aplicarse. Porque, por encima de todo, nuestra misión es la de ser felices en un mundo que no ofrece demasiadas oportunidades para ello. De ahí la urgencia de comprometernos más con el compromiso de ofrecer felicidad desde el convencimiento que la dicha ajena es medida de la nuestra.

Ése es, pues, el deseo que os expreso: que este año que empieza sea para todos nosotros la ocasión de ser muy felices haciendo que los que nos rodean lo sean. Y que 2015 venga cargado de muchas cosas buenas,

De corazón, pues, un año nuevo de prosperidad y dicha.