domingo, 11 de enero de 2015

SITUACIÓN ECONÓMICA: ¿SÓLO UNOS DATOS?

Pese a su frialdad, los datos no dejan de ser elocuentes. A la nula capacidad de ahorro se une que una cuarta parte de los ciudadanos españoles están en paro (muy lejos Beasain, en el País Vasco, con un paro casi residual, de Cádiz, con un paro superior al 35%). Y si esto es dramático, mucho lo es la situación de los jóvenes de los que una tercera parte, sí uno de cada tres, no tiene trabajo.

Estoy viendo un programa de televisión en el que Santiago Niño (catedrático entendido en la materia) desgrana estos datos, a cual más espeluznante. Y lo hace con la seguridad de quien cree en lo que dice. Habla del retroceso que hemos experimentado con una renta por persona que anda igualando a la de hace un cuarto de siglo, con un poco más de 8,100 euros. Y señala nuestra inconmensurable deuda como la causa de nuestros males económicos (sólo este año hemos de hacer frente a 36.500 millones de euros, sólo de ¡intereses!).

Es evidente que estas magnitudes se traducen, en la calle, en nuestros bolsillos, en una gran sensación de que cada vez somos más pobres, que cada vez cuesta más no sólo ver el fin del mes, sino vivir. Y esto tiene, como no puede ser de otra manera, un gran impacto en el consumo. Pretender aislar el mundo del consumo de la salario de nuestros consumidores es estúpido. Por eso no lo hago. Y por eso, pese al optimismo oficial (ayer comprobé como el mensaje de nuestros ministros y del propio presidente, con cinismo y sin creérselo, habla del 2015 como del año de la recuperación), la crisis, para quienes no tienen, está muy lejos de acabar.

Dicen las malas lenguas que estamos ante una crisis tan profunda que los famosos brotes verdes se han agostado y la que raíces robustas están tan profundas que no se ven. Y yo lo creo. Porque tardaremos mucho tiempo antes de que nuestra economía reverdezca. Y, mientras tanto tendremos que soportar un dato inaceptable que habla de los niños cuyo grito de desesperanza, rasga nuestros oídos porque tienen hambre.

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