Dicen que es un dinero fácil. Y suelen decirlo quienes más ganan con la historia. No existe programa que se precie que no condicione sus concursos, uno o varios, al teléfono con preguntas tan fáciles que no sé cómo se pueden plantear siquiera. Pero de lo que se trata no es de encontrar la respuesta sino de provocar las llamadas.
En el fondo, para un único ganador se producen muchas llamadas con una variante que, cada vez, es más frecuente: las llamadas entrantes, las que hacen los consumidores-concursantes, quedan registradas y, por regla general, es luego cuando se produce una única llamada, esta vez cabe suponer que saliente, que ha quedado ampliamente saldada con el coste de las llamadas hechas.
Siempre me he preguntado por esas llamadas de cuya veracidad no hay razones para dudar pero lo cierto es que el truco está en las llamadas entrantes que se realizan y a cuya realización llaman varias veces a lo largo del concurso; o lo que sea, porque pienso que no se trata de ganar un concurso sino de provocar una llamada, sabiendo que el éxito no está en la sabiduría del concursante sino en el número de llamadas que se hacen.
Por ello no dudo en calificar estas llamadas como un auténtico "engaña bobos" cuyo éxito radica en la improbable posibilidad de recibir una llamada para responder a una pregunta tonta con el fin de ganar un premio (o lo que sea).
Se trata de un blog en el que el consumo es el denominador común, aunque a veces la relación con él sea casi marginal y cueste verla. Con estas reflexiones, José María Múgica Flores, ex director general de OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) pretende dos cosas: no perder contacto con un mundo apasionante, como es el consumo, y ofrecer su experiencia de casi 25 años a los consumidores del futuro.
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