domingo, 31 de mayo de 2015

LA POBREZA DE LOS NIÑOS

Viven en España casi 700.000 niños (exactamente, según la última encuesta de Save the Children, 694.259) que sufren privación material severa (sus padres no pueden permitirse al menos 4 de estas 9 actividades: pagar el alquiler, la hipoteca o los recibos comunes, vivir a temperaturas adecuadas, afrontar gastos imprevistos, comer carne o pescado al menos 3 veces por semana, irse de vacaciones una semana al año, tener coche, lavadora, tele en color o un teléfono ya sea móvil o fijo) y uno de cada tres vive en riesgo de pobreza o exclusión social. Por comunidades autónomas  Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía, Murcia y Canarias superan ese 35% en el que Save the Children sitúa el límite de la pobreza como fenómeno social.

Son datos tan duros que no hace falta demasiado para sentirse sobrecogidos. Porque la cifra de quienes pasan hambre es muy elevada y va en aumento desgraciadamente. No caeré en la fácil excusa de achacar el problema a las medidas del gobierno ya que es, sin duda, mucho más grave, aunque no voy a negar la influencia que la crisis ha tenido y tiene en esta situación. Y con ello, el papel de esas medidas tienen sobre ella. Pero, insisto, el problema es mucho más grave. Mucho más.

Porque no es fácil imaginarse en un mundo tan opíparo que hay críos y crías que ven como cada tarde se hace realidad el anuncio del "pan con pan" ante el sufrimiento de unos padres que no tienen forma de enfrentarse a esta situación.

Bien es verdad que a uno le gustaría ser más optimista, mucho más optimista. Pero la dura realidad viene dada por unas cifras que, en su frialdad, manifiestan que las cosas son como son y que los padres de casi 700.000 niños no tienen mas remedio que elegir, si pueden, entre dar algo que comer a sus hijos o atender a una necesidad perentoria. Y ello al precio de no tener qué poner en medio del bocadillo que les dan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario