sábado, 13 de junio de 2015

MMS. EL PENÚLTIMO PRODUCTO MILAGRO

Lo acabo de ver. Es alucinante que todavía haya quien, de manera consciente, crea en el poder (o lo que sea) del MMS.  Que se hable del sida o del ébola o del cáncer de próstata o de la malaria como problemas que pueden ser abordados (y curados) con este producto me parece fuera de toda lógica porque se trata, y esto hay que recalcarlo, de un producto no legal que se vende como fármaco a través de Internet con esas siglas, que provienen de su nombre en inglés (Suplemento Mineral Milagroso). Un simple clorito sódico diluido al 28% cuya acción, en contacto con un ácido suave tiene unos efectos "incuestionables".

Estoy escuchando a un agricultor metido a prescriptor de este producto y no salgo de mi asombro por el desparpajo con el que habla de los beneficiosos efectos del mismo. Y las tonterías que salen por su boca, para justificar sus afirmaciones, son inimaginables.

Lo hemos dicho muchas veces. Pero bastaría que con estas líneas uno sólo de nuestros lectores cayera en la cuenta de las churrullerías de este mensaje (en inglés, como si esta lengua aportara garantías suplementarias) para que yo pueda sentirme satisfecho. Porque es muy duro escuchar esas chorradas (no se me ocurre otra palabra) en un programa televisivo que parece tener tanto predicamento cuando la cosa es mucho más simple.

No es de recibo que este producto se plantee como alternativa a la quimioterapia y se hable de este producto ilegal como medicina con una ligereza inaceptable. Como tampoco lo es que Jim Humble, su fundador o lo que sea, plantee los beneficios para la salud que se atribuye con toda la comunidad científica (en bloque) en contra.

Y, desde luego, niego su procedencia si ésta es la jungla del Amazonas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario