BANCOS DE ALIMENTOS Y SU NECESIDAD

Al margen de la generosidad de los ciudadanos, lo urgente en esta campaña que va a realizar el Banco de Alimentos a finales de mes son los voluntarios que deben atender a la recogida y colocación de los distintos productos que, a buen seguro, llegarán en esos días. Porque si de algo no me queda duda es de que esta llamada tendrá la misma acogida que en las anteriores ocasiones.

Cuando estaba en OCU, el año pasado, me tocó estar en uno de los puntos en los que se recogían alimentos no perecederos con destino a su campaña. Pude comprobar la inmensa potencia de esta iniciativa. Fueron horas de continuo trabajo pero muy feliz de poder poner un granito de arena en la campaña de recogida de alimentos.

Por esto pienso que merece la pena que con motivo que cualquier campaña que pongan en marcha dediquemos un esfuerzo, un gran esfuerzo, pienso, a ellas. Un gran esfuerzo que debería extenderse en el tiempo. Con o sin campaña. Porque quienes carecen de lo necesario (cada día son más) no saben de pausas o de ocasiones. Las necesidades son continuas en el tiempo y hay que atender a ellas cada día.

Y esas necesidades son tantas que duele en el alma ver cómo los estantes de esos bancos de alimentos que existen, afortunadamente, por doquier se van quedando vacíos. Bien es cierto que una campaña es un momento de llamar la atención sobre un problema. Y también que son necesarias como forma de llenar esos mismos estantes. Pero no es menos cierto que mientras los políticos no sean capaces de cumplir con la Constitución, mientras los poderes públicos no puedan cumplir lo que en ella se marca, es necesario echar una mano para hacer posible que ningún niño, ningún adulto, nadie vea llegar la noche con el estómago vacío.

Eso es lo que pretende los llamados bancos de alimentos. ¿Nos apuntamos?