viernes, 20 de febrero de 2015

ENFERMEDADES TROPICALES: ¿OLVIDO O FALTA DE VOLUNTAD?

"Existen 17 enfermedades en el mundo que hacen “miserables” las vidas de más de 1.000 millones de personas". Así comienza, en el periódico El País, un artículo de Pablo Linde, publicado ayer, jueves, cuya lectura recomiendo vivamente. La expresión es de Margaret Chandirectora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para describir una serie de enfermedades, que luego el articulista  detalla y que, como dice la directora, en su informe Invertir para superar el impacto global de las enfermedades desatendidas, son enfermedades "generalmente olvidadas en los países desarrollados".

Son enfermedades que "ya no son estrictamente tropicales", en palabras de Dirk Engels, director de control de enfermedades olvidadas de la OMS, pero que, todas ellas por separado, afectan a un número muy importante de personas, "aunque", por regla general, nos quedan todas ellas muy lejanas.

Cuando leemos el detalle de cada una de ellas, la pregunta que surge espontánea es contundente: ¿cómo es posible que todavía hoy,en pleno siglo XXI, estas enfermedades existan? Ademas de las medicinas, el pasado año de 2014, se trató de luchar contra ellas con un presupuesto claramente insuficiente de apenas 300 millones de dólares (algo menos de 264 millones de euros). Dicen los expertos que para su erradicación sería preciso multiplicar por 10 ese valor.

Aunque sean 2.640 los millones de euros necesarios para solventar el problema de las 17 enfermedades que afectan a tanta gente, la cantidad me parece ridícula teniendo en cuenta los muchos millones que se dedican, sólo en nuestro país, a fines bastante más torticeros que el que éste sería. Y creo que no haría falta poner ejemplos de ello.

La cuestión es, como siempre, la falta de voluntad que se pone de manifiesto con este proceder. Porque me niego a pensar que, hoy por hoy, sea un problema sin solución si de verdad existieran ganas de solucionarlo. Unas ganas que no existen y que hace que en los países afectados se escatimen los dineros para la erradicación.

Entre los países de ingresos medios y medios-bajos, las inversiones para la cobertura contra estas dolencias suponen tan solo un 0,1 % de su presupuesto en sanidad. El porcentaje es algo mayor en los que tienen ingresos bajos, aunque siguen por debajo del 1 %, cantidad claramente insuficiente. Y ello a pesar de los triunfos que se detallan en el artículo y que no podemos por menos que celebrar, aunque sean tan pocos...

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