jueves, 5 de febrero de 2015

LA SITUACIÓN DE LOS DEPENDIENTES

Quiero hoy hacerme eco de la denuncia que ha hecho OCU de que existen más de 70.000 personas esperando las ayudas tan cacareadas y anunciadas de la ley de dependencia. El tema es grave, muy grave. Eso implica que haya un número muy importante de personas que, impotentes, ven cómo, tras someterse a un fárrago de papeles administrativos, se deniegan las citadas ayudas. Y lo hacen en los tres grados de dependencia; moderados, severos o grandes dependientes (grados 1, 2 y 3) cuyos porcentajes de ayuda producirían risa sino fueran tan dramáticas.

Un dicho popular dice que las leyes están para incumplirse. Dicho que, en este caso, es particularmente doloroso. Porque he oído a personas muy importantes decir que el problema es una cuestión de los familiares que han tenido la desgracia de tener en su familia un dependiente.

Porque no es de recibo esta situación. Porque no es de recibo lo dicho por la propia administración: sólo se aprueban el 56% de las solicitudes de dependencia. Y menos lo es que de ellas, sólo el 45% son atendidas. Más de la quinta parte de las familias afectadas por la dependencia deben reducir la jornada laboral o dejar el trabajo, siendo más habitual de lo preciso que se vean obligados a cambiar su forma de vida e, incluso, su domicilio.  Como dice la nota de OCU, "el resultado: cientos de miles de personas sin ninguna ayuda".

Además, está el hecho de quienes deben renunciar a darse de baja en la seguridad social, afectados por los recortes, al verse afectados por una incomprensible decisión de los poderes públicos que han quitado a los familiares de los dependientes esta exención.

El problema de la dependencia es muy grave lo que pone de manifiesto la urgencia de medidas que corrijan esta situación.

P:D. Acabo de ver en televisión el caso de la diputación de Guipúzcoa, de Bildu, que ha quitado la ayuda a un chaval con la enfermedad llamada de la "piel de mariposa", dependiente un 90%. Es el caso de Makerl, hijo de Saioa, cuya entrevista (la de la madre) estoy viendo. Los adjetivos que han venido a mi cabeza no son para poner por escrito. Además, dudo que lleguen al injusto tribunal que ha tomado tan insensible decisión. Por mucho que dicha decisión responda a baremos...

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