lunes, 23 de febrero de 2015

LOS DINEROS DE BANKIA

Bankia es, en su 62% propiedad del estado español. Su matriz, BFA, lo es en su totalidad. Ambos son los culpables del agujero económico que Bankia ha producido en los que han confiado en ella y que ahora no saben ni cuánto ni cuándo van a recuperar sus dineros. El coste de la ya famosa campaña de Rodrigo Rato va a ser tan elevado como incierto en estos momentos. Porque si el gobierno no toma medidas, que seguramente no lo va a hacer, la única solución pasa por la reclamación en tribunales de cada uno de los afectados. Uno por uno...

No voy a entrar en las elevadas pérdidas en Bolsa, cuyas acciones (las de Bankia) han perdido ya más de mil millones. Pienso que, en estos momentos, hay cosas mucho más importantes. El alcance de las palabras sobre la "imagen fiel" de la entidad financiera se revela, ahora, como realmente importante.
Pero el problema no es baladí. Porque la actuación del gobierno es, en este caso, lamentable. Lo hemos dicho en más de una ocasión: no es probable que se tomen medidas que lleven a la lógica restitución del daño hecho. Es el precio a pagar por la propia naturaleza de quien es dueño de Bankia, es decir. principalmente, el estado español

Considero  tan necesarias como improbables las medidas citadas. Sólo algo más de la mitad de los casi 350.000 clientes minoristas podrían demandar a Bankia para recuperar el dinero "desaparecido". Los demás minoristas no parece que vayan a hacer nada. El elevado coste de una acción judicial y el tiempo que implica son, de por sí, bastante disuasorios. Lo que queda esperar es que el agujero de ¡20.000 millones de euros!, según el propio Goirrigolzarri reconoció en mayo de 2012, quede "sólo" en esa cantidad.

En palabras del diputado Álvaro Anchuelo, de UPyD, partido que demandó por estafa a Bankia, "se está jugando a que la gente no reclame, cuando la respuesta correcta sería la contraria: devolver a los afectados las inversiones porque han fallado los mecanismos de control. Así se despejarían también las dudas sobre la entidad".

No es momento para discutir lo que Bankia va a costar al estado español (es decir a todos nosotros). Sea lo que sea, la cantidad que nos sale es, realmente, importante. Y, además, hay que añadir a esa cantidad las costas (si como parece probable pierde el juicio) y que algunas fuentes sitúan cerca de 600 millones de euros más.

En fin, números mareantes, fruto de una pésima gestión por parte del sonriente Rato y sus adláteres, tras hacer sonar una campana dorada cuya imagen (la de Rato) tardaremos mucho en olvidar.

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