lunes, 16 de febrero de 2015

EL PROBLEMA DE LA CLÁUSULA "SUELO"

Es la cláusula que determina el valor por debajo del cuál ningún préstamo hipotecario puede bajar. Y es abusiva. Lo malo de todo esto es que no se suele advertir cuando se firma la hipoteca. Y cobra toda su virtualidad cuando, por regla general, se ejecuta y no hay más "gaitas" que hacer frente al pago del resto de la hipoteca, sean cuáles sean el resto de las condiciones.

Evidentemente esta cláusula no se pone de manifiesto cuando se firma la hipoteca. Son momentos
felices que no conviene "amargar" con malas noticias. Lo malo de esta historia es que se trata de una cláusula que aparece en todo su esplendor cuando resulta imprescindible enfrentarse a ella. Y entonces uno puede ver cómo el resultado es verse obligado a pagar hasta un 20% más frente a una hipoteca que no la lleve.

Existen calculadoras que ayudan a conocer el impacto de la existencia, o no, de esta cláusula en un préstamo. Y, con frecuencia, ese impacto es brutal.

Por eso, es importante que, a la hora de firmar una hipoteca, esa cláusula no exista. Siempre será preferible una entidad financiera que "renuncie" a ella que cualquiera otra que la imponga. Se trata de una absurda manera que tienen bancos y cajas para inmunizarse frente a los movimientos de los índices de referencia a la hora de revisar un préstamo. Y son entidades cuyas cuentas de resultados ya son lo bastante abultadas como para necesitar de esta ayuda.

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