¿Por qué pertenecer a una asociación de consumidores? Ciertamente creo que sería capaz de enumerar muchas, pero hoy quiero detenerme en un par de ellas, para mí las más importantes.
En primer lugar debemos pertenecer a una asociación de consumidores porque es fundamental mantenerla con nuestras cuotas. Una asociación de consumidores no puede (debe) recibir dineros que no procedan de los propios consumidores. Siempre pensé que quien paga, manda. Y esto, en el ámbito de los consumidores, es verdad. El precio de la independencia es, pues, la no dependencia económica de las asociaciones. Existen asociaciones con un sesgo concreto contra las que no voy a plantear nada, porque proceden de grupos determinados cuyo derecho a asociarse es sagrado. Es más, ¡ojalá todos los ciudadanos entendieran que ése en su principal derecho y su no menos principal deber! Así lo han entendido en otros pagos en los que, por encima de todo, son los intereses de los ciudadanos los que priman.
Y en esta realidad se entronca la otra razón por la que pertenecer a una asociación de consumidores es necesaria. No es otra que la fuerza. Porque de ella va a depender su voz y la potencia de su palabra, muchas veces, casi siempre en nuestro mundo, de denuncia. Porque hay cosas que no van bien, que deberían ser de otro modo y que, a pesar de las leyes, quizás demasiadas, siempre hay quien se sale de ellas y actúa como si no fuera con él (o ellos).
Por todo ello, por la necesidad de contar con asociaciones independientes y potentes es por lo que quiero abogar hoy. Siempre, en mi casi cuarto de siglo en una de ellas, añoré la realidad de los países de arriba de Europa, cuyas asociaciones de consumidores son tan poderosas que son capaces de hacer que una ley, del tipo que sea, si les afecta, pase antes por una consulta previa y que ningún gobierno que se precie ose sacar adelante cualquier norma sin contar con el beneplácito de una asociación de consumidores.
Son países con asociaciones de consumidores consolidadas sin que la división por otros motivos haya hecho mella en ellas. En el fondo, defienden los intereses de todos los consumidores y éstos suelen ser bastante similares (con cuantos matices se quieran poner) en todos los casos.
Se trata de un blog en el que el consumo es el denominador común, aunque a veces la relación con él sea casi marginal y cueste verla. Con estas reflexiones, José María Múgica Flores, ex director general de OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) pretende dos cosas: no perder contacto con un mundo apasionante, como es el consumo, y ofrecer su experiencia de casi 25 años a los consumidores del futuro.
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