sábado, 14 de febrero de 2015

LA OBSESIÓN DE PERDER KILOS

No cuestionaré la relación entre salud y peso adecuado. Y no lo haré porque es una relación más que lógica y normal. Y mucho más es un mundo (el desarrollado, que dicen) en el que la mitad de las personas tenemos sobrepeso. La consecuencia más "lógica" parece que es la proliferación de métodos y sistemas para adelgazar. Ayer estuve un rato viendo los más de cincuenta que existen reconocidos para ello en una página web, muchos de ellos, en la más aberrante de las fantasías. Debo confesar que me lo pasé bien y acabé con un interrogante en la cabeza: ¿existe en verdad alguien que crea que estos métodos son eficaces? Porque absurdos lo son un rato...

Por supuesto, no entraré en el análisis de cada uno de ellos. Desde siempre aprendí que la relación entre salud y peso adecuado (desde luego, nada que ver con el famoso índice de masa corporal) es fruto del sacrificio y tiene tres pasos muy concretos: reducir la ingesta, es decir, comer menos; modificar las costumbres de alimentación y hacer ejercicio físico, algo que en nuestro mundo, tan dado al estar sentado, resulta imprescindible.

Yo casi me atrevería a una cuarta condición: dejar a un lado todas esas píldoras, líquidos y demás de efectos tan estériles como milagrosos que "ayudan" a perder peso. Os recomiendo vivamente dar un vistazo a esa cincuentena larga de métodos y sistemas para adelgazar la pagina de OCU. Pienso que sería suficiente para vacunarnos contra ellos.

En mis años en esa asociación una de las "batallas" emprendidas con más convencimiento fue, sin duda, contra estos sacacuartos. Son muchos, muchos los sistemas y productos denunciados y no siempre con final feliz. Es una batalla larga que todavía hoy, con el producto Mysimba, recién denunciado (pese a su placet comunitario), continúa.

Y, desde luego, nada más ajeno a la realidad. Porque adelgazar cuesta. Tiene que costar esfuerzo. Implica disminuir lo que comemos y hacer ejercicio. Justo lo contrario de lo que habitualmente hacemos. Por eso existen tantos métodos para "ayudarnos" a perder peso. Pero nada más ilógico que pensar que en ellos está la solución. La única solución válida es ponernos en manos de alguien que nos ayude a hacer realidad lo apuntado más arriba. Lo dice el dicho popular de "menos comida y más zapato". Y desde luego, sin "ayudarnos" con pastillas y similares.

Perder peso no cuesta dinero, pero cuesta, y muchos, esfuerzos para hacerlo posible. Es la única forma de luchar contra ese sobrepeso que tantos y tantos dolores de cabeza provoca.

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