jueves, 26 de marzo de 2015

LA INDEPENDENCIA COMO VALOR

Nunca entendí que algunas asociaciones de consumidores vendieran sus denominaciones de mejores productos (o aquéllos que tenían mejor relación calidad-precio) a las empresas que los obtenían. Algunas de ellas de amplio reconocimiento en el ámbito de los análisis comparativos. Sin ánimo de polemizar, la sombra de la sospecha es demasiado larga. Ya lo es en aquellas asociaciones que, como OCU, no lo permiten como para, además, dar motivos para que eso piensen.

Los análisis comparativos sólo tienen una razón de ser. Y esa razón guarda relación con quien los hace. Es la independencia de quien los realiza, única forma de que sean realmente objetivos y respondan a la realidad del producto que se analiza.

No cuestiono la independencia de las asociaciones que mercantilizan sus "premios". Es más, de algunas de las que lo hacen tengo certezas de lo contrario, de que no lo hacen. Pero no olvido aquello de que "la mujer del César no sólo debe ser honesta sino que ha de parecerlo". Y en este caso la máxima es de una realidad incontestable.

Y ello porque en valor de la independencia es, debe ser, un bien que hay que mimar mucho, Más en un tiempo en que todo parece estar a la venta. Por eso cuesta tanto creer que alguien (sea persona o asociación) lo tenga. Pero en lo que sé, me consta que el ser independiente es una realidad que desde algunas asociaciones que hacen análisis comparativos, o lo que es lo mismo, en OCU se mima y se cuida mucho. Por eso me resulta raro ver el uso torticero que empresas, en teoría, serias hacen de una asociación a la que, por razones obvias, conozco bien y quiero. 

Y por eso me duele.

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