EL CIERRE DE LOS COMERCIOS

La noticia hace referencia a un popular barrio de la capital de España. Pero podría hacerlo a cualquier barrio o pueblo de España. El comercio está a la baja y el número de establecimientos que se ven abocados a echar el cierre aumenta día tras día.

Si a esto unimos el hecho, denunciado en la noticia, de que las grandes superficies no se ven con un mayor número de clientes y reducen sus plantillas aprovechando muchas veces "el paso del Pisuerga...", la conclusión cae por su propio peso: los consumidores españoles somos hoy más pobres que ayer. Y es posible que más ricos que mañana...

No voy a entrar en el importante número de locales que se han visto abocados al cierre en Carabanchel. Si es grande, infinitamente superior es el de establecimientos en toda nuestra península. La noticia, grave, no pretende sino dar pie a una reflexión que creo importante.

Y es que cada vez que una tienda cierra, los consumidores perdemos una alternativa para realizar nuestras compras y una familia se empobrece aún más. Por eso debemos clamar con fuerza para que se pare esta sangría continua y continuada. Porque no es de recibo que tengamos que asistir impasibles primero a la lucha por evitar ese final que llega inexorable.

Alternativas hay, de eso estamos seguros. La cuestión es poner en juego la imaginación necesaria para hacerlas posible.