lunes, 29 de septiembre de 2014

VIVIR MADRID: EL AUTOBOMBO DE UNA ALCALDESA

Acabamos de recibir en casa una carta de la alcaldesa de Madrid. Es una carta triunfalista donde las haya, sin la menor dosis de autocrítica, algo que sería imprescindible cuando las cosas, por mucho que quiera disimularse, van mal, yo diría que bastante mal. Ignoro el autor de tanto autobombo, pero si es la firmante de la carta, debe estar hablando de otra ciudad bien distinta. Me imagino que se trata de una carta que en términos bastante similares estamos recibiendo en la mayoría de los domicilios nacionales. Se acaba la legislatura y parece ser hora de hacer balance por mucho que, como es el caso en nuestro barrio, en nuestra ciudad, las cosas no vayan bien.

Calles sin arreglar desde hace años, árboles en jardines públicos plagados de bichos o que se caen, caminos deshechos por la erosión y el descuido, basuras sin recoger por días, suciedad en plazas, calles y jardines, etc, conforman un barrio y, en muchos casos, una ciudad que ha sido abandonada por quienes tienen la responsabilidad de hacerla "vivible" y dedicar sus esfuerzos a que merezca la pena sentirse a gusto en la ciudad. (Y todo ello sin entrar en los espinosos temas de la sanidad y educación, cuya competencia no corresponde sólo a "lo municipal").

En OCU, poco antes de mi jubilación, publicamos un amplio estudio sobre la calidad de vida en nuestras ciudades, basándonos en 13 criterios. La conclusión era (y creo que sigue siéndolo) abrumadora, al margen de un significativo empeoramiento de los parámetros analizados: "Nuestra encuesta sobre calidad de vida urbana dibuja un país que va a peor. Obsesionados por la tragedia del desempleo y decepcionados con sus Administraciones municipales, los españoles digieren con dificultad la crisis del ladrillo. Aunque hay grandes diferencias entre ciudades, reina la mediocridad y el desencanto". Y en esta encuesta, Madrid obtenía, con todo merecimiento, un duro suspenso que la situaba entre las peores ciudades españolas.

Lo que menos nos gusta de nuestra ciudad

                                                                                              FUENTE:OCU-COMPRA MAESTRA

La alcaldesa promete, para el 1 de enero de 2015, la eliminación total  de una tasa, la de basuras, que, al menos en Usera (barrio en el que vivo) nunca, desde que se instauró, significó la menor mejoría en el servicio, como en buena lógica, cabría esperar. Habla de unos servicios sociales cuya precariedad es bien conocida por quienes los tienen que padecer. Y se refiere a una serie de de mejoras sin que las cantidades señaladas como inversión puedan ser suficientes.

Por eso, la carta de la alcaldesa está de más. Por eso y porque podría haber prescindido del escrito y del folleto pomposo y caro que lo acompaña y dedicar su importe a cubrir otras necesidades mucho más perentorias en un barrio, como es el nuestro y del que, al menos de oídas, habrá podido obtener información sobre cuáles son las verdaderas necesidades. Duele ver ese dispendio en un barrio en el que, quien esto firma, ha podido ver a gente rebuscando entre las basuras a la búsqueda de algo que comer.


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