En mis tiempos se decía que "pan con pan, comida de tontos". Hoy ya no es así. Hay un anuncio del colectivo Educo que me impacta profundamente cada vez que lo veo. En él una madre, triste en el posterior abrazo, trata de
explicar a su hija (en cuyos ojos veo un deje de incredulidad) que lo que va a
comer es un "bocadillo mágico" en el que va a poder comer lo que
quiera si lo imagina entre los dos trozos de pan que le ofrece.
No puedo más que manifestar mi acuerdo con la crónica del
periódico El País, aunque ya tenga más de un año (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/06/06/actualidad/1370548202_409359.html).
Es muy duro su comienzo, en lo que una pequeña dice a su profesora y que, de
alguna manera, recoge el principal mensaje del anuncio (?) sobre lo "mágico
del bocadillo".
Lo triste de esta situación es ver cómo el gobierno central hace
responsables a las comunidades autónomas de un grave problema que afecta tan
directamente a un grupo de personas tan vulnerable. Un grave problema que
parece no existir para quienes nos mandan, pero que determina que muchas madres
se vean abocadas a dar a sus hijos ese "bocadillo mágico" y miserable en el que
la imaginación tanto cuenta.
Son, en mi modesta opinión, los más desvalidos del grupo de no-consumidores en un país en el que, dicen, las diferencias entre ricos y pobres se incrementan de una forma preocupante.
Son, en mi modesta opinión, los más desvalidos del grupo de no-consumidores en un país en el que, dicen, las diferencias entre ricos y pobres se incrementan de una forma preocupante.
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