miércoles, 10 de septiembre de 2014

LA ENFERMEDAD DE LOS ÁRBOLES

La caída de árboles y sus funestas consecuencias han dejado ya de ser noticia para convertirse en algo cotidiano. Pero no es necesario llegar tan lejos. La imagen de árboles enfermos a los que no se presta atención forma parte ya de nuestro paisaje sin que se manifieste la menor preocupación por su estado.

Dicen (y es posible que ésa sea una de las razones principales) que todo es cuestión de los "famosos recortes". Es evidente que la importante reducción que han impuesto en recursos, humanos y materiales, tiene mucho que ver. Yo diría que muchísimo. Pero es incomprensible que nuestros poderes públicos, los que toman las grandes decisiones, no vean que como apuesta de futuro, la que están haciendo, es increíblemente equivocada. Porque la prestancia de los árboles tiene bastante que ver con ese futuro más humano.


Es posible que más de uno dude que un tema como éste tenga cabida, como reflexión, en un blog cuya finalidad es el consumo. Yo mismo he dudado mucho antes de publicarlo. Pero al final creo que todo lo que afecta a la vida lo hace también a nuestra realidad de consumidores y, por ello, la vida de los árboles, de todos ellos, algo nos dice. Cuando se asiste a su lenta destrucción y cuando se ve como las hojas pierden su fuerza y caen como preludio de un otoño que no es tal se piensa que algo no va bien. Porque lo que tanto se tarda en construir (ese arbolado que, en tiempos, dicen, permitía a un inexistente primate cruzar la península sin tocar el suelo), se destruye en muy pocos años si no se atiende a una adecuada conservación y a la prevención de las plagas cuando aun se está a tiempo.

El calor y la falta de lluvia, sin duda, ayudan mucho en esa destrucción. Pero más la desatención por falta de recursos de todo tipo que es lo que padecemos.


2 comentarios:

  1. Hola José, Me parece que el post es muy interesante y que está muy relacionado con el consumo. De echo, creo que como ciudadanos somos consumidores de nuestros pueblos y ciudades y de todos los servicios que nos ofrecen. Por lo tanto, creo que es justo que reflexionemos sobre ello y que seamos críticos con la desatención de determinados aspectos, que aunque sutiles, hacen que vivamos más cómodos y felices.

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  2. Gracias, Diana. Soy consciente de que no siempre la relación de cada tema con el consumo es fácil de establecer. Pero en este caso, al menos para mi, es obvio. Como bien dices "como ciudadanos somos consumidores de nuestros pueblos y ciudades". Gracias por tu comentario.

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