No es muy complicado diferenciar entre Política (con
mayúscula) y políticas de partido. Es evidente que vivimos en un mundo en el
que la Política la hacen los partidos políticos, mejor, los políticos que hemos
elegido, a través de sus programas. Esos programas con propuestas que tardan
bien poco en olvidar.
Ciertamente los políticos deben estar sometidos a la
Política, es decir, a la solución de los mil y un problemas del ámbito de
"lo" social entre los que ocupan lugar de principal la educación, la
sanidad y la atención a los más necesitados de nuestra sociedad.
Por eso, en la medida en que los políticos sean capaces de
vivir la Política (con mayúscula) podrán aportar soluciones a todos los
problemas que nos acucian a los ciudadanos, todos consumidores. El color
político da, sin duda, matices a las soluciones que aportan y ésa es la tarea
de los partidos políticos. A veces,
incluso los matices son tan grandes que hacen que las soluciones sean
diferentes. Pero ésa es la razón que determina la opción de quienes no
pertenecen a un partido determinado.
Doy por supuesto que una parte de ciudadanos y consumidores
pertenecen a un partido político, al que son fieles en sus votaciones. Sin
embargo no son ellos quienes, generalmente, deciden los gobiernos. Son, suelen
ser, el gran grupo de quienes, sin pertenecer a un partido concreto, con su
voto toman esa decisión. Y lo hacen en la esperanza de que esas soluciones sean
acordes con lo que ellos, todos los votantes, quieren.
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